Los títulos de ACS se desplomaron este lunes cerca de un 10% en Bolsa después de que el Tribunal Supremo haya desestimado la reclamación de Abertis al Estado de 4.000 millones de euros en relación con las obras de ampliación de carriles ejecutadas en la autopista de peaje AP-7 en el año 2006.
En concreto, las acciones de la multinacional presidida por Florentino Pérez, que controla el 50% del capital de Abertis, se anotaron una caída del 9,99% al cierre de la jornada –la mayor caída de la última década en un solo día–, alcanzando también mínimos del pasado mes de noviembre.
Su filial alemana, Hochtief, titular de un 20% de ese 50% de ACS, también sufrió las consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo y cayó un 8,96% en Bolsa.
Fuentes de Abertis aseguraron que la compañía está analizando internamente las opciones frente a esta resolución.
El 31 de agosto de 2021 venció el plazo de duración de la concesión de la AP-7, decidiendo el Gobierno no renovarla. Posteriormente, el Consejo de Ministros adoptó en febrero de 2022 un acuerdo para compensar en 1.070 millones de euros las obras realizadas, algo que fue impugnado por Acesa, la concesionaria de Abertis.
La compañía consideró que la cantidad que le correspondía en virtud del convenio era de 5.373 millones de euros, por lo que reclamó la diferencia entre esta cantidad y la reconocida por el Consejo de Ministros en el recurso que ha resuelto ahora el Tribunal Supremo, estimando tan solo la concesión de 33 millones de euros adicionales a lo ya pagado por las inversiones que sí fueron reconocidas por la Administración.