La cadena textil británica Burberry obtuvo un beneficio neto de 270 millones de libras (unos 314 millones de euros) en el conjunto de su año fiscal, finalizado en marzo, lo que supone una reducción del 45% respecto al año anterior.
Según ha informado este miércoles en su informe de resultados, las ventas se han contraído en un 4% interanual, hasta 2.968 millones de libras (3.459 millones de euros). Las ventas del segmento ‘retail’ o minorista se contrajeron un 4%, hasta 2.400 millones de libras (2.797 millones de euros) y representan el 80% del total de la facturación de la compañía.
Mientras, las ventas al por mayor llegaron a 560 millones de libras (652 millones de euros), un 7% menos que en el ejercicio fiscal precedente, terminado en marzo de 2023. La cifra de negocio por operaciones de licencia creció un 23% interanual.
Los costes operacionales se han elevado un 3% desde el año anterior, hasta llegar a 1.591 millones de libras (1.854 millones de euros).
Por su parte, el resultado operacional ha retrocedido un 36% respecto al anterior año fiscal, cayendo hasta 418 millones de libras (487 millones de euros).
De cara a su nuevo año fiscal, que comienza a partir de abril, la compañía británica espera que el primer semestre sea «desafiante», en un contexto todavía incierto en el plano internacional.
El consejero delegado de Burberry, Jonathan Akeroyd, ha confirmado que el resultado del año fiscal concluido en 2024 no ha cumplido con sus expectativas oringles, aunque la compañía ha logrado un buen progreso al reorientar su imagen de marca, evolucionando su producto y fortaleciendo la distribución al mismo tiempo que ofrece mejoras en sus servicios operativos.