El nuevo presidente de Iberia, Fernando Candela, ha enviado una carta a sus empleados en el que asegura que trabajará «incansablemente para seguir haciendo una Iberia cada día mejor». En la misiva, a la que ha tenido acceso Europa Press, asegura que la aerolínea vive «uno de sus mejores momentos», aunque reconoce que existen «grandes y urgentes» desafíos a afrontar, entre ellos la importante deuda acumulada por la compañía con motivo del parón por la pandemia, o la compra de Air Europa.
Candela asegura que asumir la presidencia de Iberia supone una responsabilidad «enorme», por lo que se compromete a «estar a la altura» de lo que la compañía aérea merece después de casi 100 años de «exitosa historia».
En la carta remitida a sus empleados, asegura que Iberia vive uno de sus mejores momentos, después de haber padecido la peor etapa de su historia, y asegura que la aerolínea está «poco a poco» en camino de la recuperación.
«Pero tenemos también grandes y urgentes desafíos que afrontar. El primero es la importante deuda acumulada de casi 1.000 millones de euros que se generó para hacer frente al parón de actividad al que obligó la pandemia», asegura en la carta.
Por ello insta a seguir estando alerta ante la alta inflación, el elevado precio del combustible y las consecuencias imprevisibles de la guerra de Ucrania, «que continúa complicando los suministros de toda la cadena de valor».
«En los próximos meses caminaremos juntos para enfrentar esos retos, para seguir mejorando el servicio a nuestros clientes y continuar creciendo, especialmente en Estados Unidos y Latinoamérica; para avanzar en la operación de compra de Air Europa, que creemos muy importante para el desarrollo del hub en Madrid y su competitividad con el resto de hubs del norte de Europa», explicó.
No obstante, el nuevo presidente de la aerolínea española se muestra cauto en la misiva. «Ni podemos ni debemos lanzar las campanas al vuelo porque, aunque vemos que la demanda sigue siendo robusta y que nuestros clientes continúan teniendo muchas ganas de viajar y de volar, nuestro sector (…) es muy volátil y está siempre sometido, mucho más que otros, a los vaivenes de las situaciones políticas, sociales, económicas, geoestratégicas y climáticas», advierte, reconociendo a los empleados la «magnifica labor» realizada y su enorme grado de compromiso durante los últimos años.