DWS, gestora de Deutsche Bank, obtuvo un beneficio de 283 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone una caída del 17% respecto al cosechado en el mismo periodo del ejercicio pasado, cuando ganó 341 millones, según los resultados publicados este viernes por la firma.
La firma ha detallado que su volumen de facturación se contrajo un 5%, hasta situarse en 1.292 millones de euros, ya que las condiciones de mercado en el primer semestre de 2022, especialmente antes del estallido de la guerra de Ucrania, eran más favorables.
El beneficio bruto se situó en 398 millones de euros al cierre de junio, lo que supone una caída del 20%, mientras que el beneficio ajustado antes de impuestos (Ebitda) alcanzó los 466 millones, un 16% menos que el registrado en la primera mitad de 2022.
La entidad ha declarado que observa «progresos tangibles» en la aplicación de su estrategia en un entorno difícil y ha señalado que «las medidas de reestructuración están avanzadas y materialmente completadas, con avances estratégicos en proyectos de ‘growth’, ‘value’ y construcción»; así, la gestora ha confirmado las previsiones para 2023 y el compromiso de alcanzar sus objetivos para 2025.
Los activos bajo gestión se situaron en 859.000 millones de euros al cierre de la primera mitad del año, lo que supone un aumento del 3% respecto al dato del primer semestre de 2022, por la evolución del mercado y las entradas de 19.200 millones.
En sentido, han destacado las entradas netas de 3.300 millones en fondos ESG en el semestre.