La compañía de semiconductores Texas Instruments recibirá 4.600 millones de dólares (4.187 millones de euros) entre subvenciones y préstamos al amparo de la Ley de Chips promulgada por el Gobierno de Joe Biden para fomentar la autosuficiencia estadounidense en el sector de la electrónica.
Según ha informado este viernes el Departamento de Comercio, se concederán a la empresa ayudas directas por 1.600 millones de dólares (1.456 millones de euros) y 3.000 millones de dólares (2.731 millones de euros) en forma de créditos.
Dichos fondos contribuirán a sufragar parcialmente la construcción de una fábrica en Utah y dos en Texas, proyectos que costarán unos 18.000 millones de dólares (16.383 millones de euros) hasta 2029. Se espera que la iniciativa genere unos 2.000 puestos de trabajo industriales y miles más durante la construcción.
«Durante la pandemia, la escasez de chips y de nodos maduros alimentó la inflación y lesionó la seguridad [económica] de nuestro país», ha asegurado la secretaria de Comercio, Gina Raimondo.
«Con la inversión que destinamos al líder mundial de chips de última generación y de nodos maduros, mejoraremos considerablemente nuestra seguridad económica y nacional y mitigaríamos las vulnerabilidades de la cadena de suministro, que fueron los factores impulsores de la Ley de Chips y Ciencia», ha indicado, por su parte, la subsecretaria de Comercio para la Fijación de Estándares y Tecnología, Laurie Locascio.