La inversión inmobiliaria en España crecerá entre el 5 y el 10% en 2024, hasta alcanzar los 12.500 millones de euros, gracias a la previsible bajada de los tipos de interés y la moderación de la inflación, según el informe ‘Real Estate Market Outlook 2024’ de la consultora inmobiliaria CBRE.
En concreto, la inversión mostrará signos de reactivación, especialmente en la segunda mitad del año, mientras los inversores, impulsados por las tendencias, seguirán apostando por sectores como la educación, el negocio de la agricultura o los ‘data centers’.
Después de la inversión récord de más 17.600 millones de euros en 2022, y la caída del 35%, hasta los 11.438 millones de euros en 2023, el ejercicio actual estará en la media de los últimos años y cerca de los 12.500 millones de euros de 2021.
La moderación de la inflación y la bajada de los tipos de interés permitirán a los compradores y vendedores sentirse «más cómodos», aunque deberán valorar el «escenario geopolítico y macroeconómico», ha subrayado la directora de Capital Markets en España de CBRE, Paloma Relinque.
En relación a las rentabilidades ‘prime’, es decir, los bienes inmobiliarios mejor ubicados y más codiciados, las previsiones apuntan a su estabilización de cara a 2024 tras registrar incrementos en 2023 en todos los productos.
El informe señala que el mercado de oficinas destacará por la elevada polarización, resultando en mayores rentas y ocupaciones en aquellos edificios de mayor calidad que permiten a las empresas atraer a empleados, marcando así la recuperación de la demanda, aunque todavía se mantiene por debajo de niveles prepandemia.
Por otro lado, el sector industrial y logístico ha registrado menores niveles de contratación en 2023 debido a la incertidumbre económica y a la reducción de la rápida expansión del comercio electrónico tras la pandemia, y aunque los alquileres ‘prime’ seguirán aumentando, lo harán a un ritmo más moderado.
En cambio, el sector de la vivienda presenta una falta de oferta ante el encarecimiento de la financiación y la incapacidad financiera, que requiere de la colaboración del sector público y privado para ofrecer productos más asequibles, señala CBRE.
Los hoteles, beneficiados por los resultados operativos estables, el buen ritmo de reservas esperado y la previsible estabilización de tipos, presentan un contexto favorable impulsado por el turismo y permitirán altas rentabilidades.
Los locales de comercio minorista, impulsados por las ventas, las afluencias al alza y el aumento del consumo privado, registrarán también un buen rendimiento, aunque con una marcada polarización entre los activos «prime» y los secundarios.
La directora de Research en Iberia de CBRE, Miriam Goicoechea, destaca el potencial de otros segmentos más emergentes, como los ‘data centers’, y el peso de la sostenibilidad o la digitalización en la toma de decisiones estratégicas.