El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha avisado este lunes a los líderes de la Unión Europea de que el acuerdo comercial entre europeos y los países de Mercosur sólo podrá materializarse si las negociaciones en curso se asientan sobre la «confianza mutua y no en amenazas», al tiempo de que les ha pedido no usar las exigencias medioambientales a modo de «proteccionismo».
«Queremos asegurar una relación comercial justa, sustantiva e inclusiva. La conclusión del acuerdo Mercosur-UE es una prioridad y debe estar basada en la confianza mutua, no en amenazas», ha afirmado Lula en su intervención ante los cerca de medio centenar de líderes de la UE y de los países de América Latina y Caribe (CELAC) que este lunes y martes se reúnen en una cumbre en Bruselas.
Aunque este acuerdo no es parte de la agenda de la cumbre, la Unión Europea esperaba poder aprovechar esta cita política para dar un impulso definitivo a las negociaciones para concluir el pacto, cuyo acuerdo de principios fue anunciado por las partes en 2019 tras dos décadas de conversaciones pero cuya finalización sigue en punto muerto años después.
La Comisión Europea, que habla en nombre de los 27 en materia comercial, presentó el pasado mayo a los países de Mercosur una propuesta de adenda al acuerdo –que se niega a reabrir– para incluir salvaguardas adicionales en materia medioambiental, con el fin de garantizar el compromiso de Brasil en la lucha contra la deforestación y mitigar las reservas tradicionales de países como Francia y Austria.
El bloque europeo espera la contraoferta del bloque del Cono Sur en «semanas», pero en su reunión de la semana pasada Mercosur dejó ver su malestar con las exigencias adicionales del texto. Lula tachó entonces de «inaceptable» la propuesta europea y avisó de que los países del Mercosur no aceptarán el «eterno papel de exportadores de materias primas, minerales y petróleo».
Ya en Bruselas, Lula, que también acaba de asumir la presidencia pro tempore de Mercosur, ha afirmado que también el bloque quiere alcanzar un acuerdo pero ha subrayado que aspira a un pacto «equilibrado» y ha advertido a los gobiernos europeos de que la defensa de los valores medioambientales que «todos» comparten «no pueden ser excusa para el proteccionismo».
Entre los países de la UE que más reticentes se muestran a concluir el acuerdo comercial con esta región sudamericana destaca Francia, que exige «cláusulas espejo» para que los productores de Mercosur asuman los mismos altos estándares que se exigen a agricultores y ganaderos europeos, Austria e Irlanda.
‘PAZ NEGOCIADA’ PARA UCRANIA
Por otra parte, respecto a la guerra de Ucrania, ha denunciado que los propios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU «no respetan» la Carta de Naciones Unidas, en referencia a Rusia, y ha asegurado que Brasil condena «el uso de la fuerza como medio de resolver disputas» y apoya las iniciativas en favor del «cese inmediato de las hostilidades y de una paz negociada».
«Recorrer a sanciones y bloqueos sin el amparo del Derecho Internacional solo penaliza a las poblaciones más vulnerables», ha denunciado, defendiendo la necesidad de paz «para superar los grandes desafíos».
Según Lula, «eso implica cambios sistémicos profundos». En su opinión, «dividir el mundo en bloques antagónicos sería una insensatez» de ahí la necesidad de reformar la gobernanza global, algo que Brasil prevé abordar durante su presidencia de turno del G-20 en 2024.
«Las legítimas preocupaciones de los países en desarrollo deben ser atendidas y necesitamos estar adecuadamente representados en las instancias decisorias», ha reivindicado.